Desde la mágica tierra de Romeo y Julieta, arribo por unos días, un ex príncipe encantado con el fin puro de abolir un poco, la rutina en que se había convertido mi vida.
Debo confesar abiertamente, que cada vez que el aparece en mi vida, se me genera una total revolución corporal, que raya entre lo mental y lo netamente hormonal.

Siii mis estimados bloggeros, soy taaaaaan hormonal! por no decir caliente de mierda, jejeje
Y bueno que tanto!
No soy un roboccccc!!!!!!!!!!

Les ha pasado alguna vez, eso de conocer una persona que a pesar del paso implacable del tiempo, la distancia y un sin numero de otros factores, continua provocándoles mariposas en la panza?
Pero mariposas hormonales, ojo! :-P

No se, es como un conjunto de cosas, que te impiden controlar los espasmos y suspiros simultáneo…
… y las manos para que estamos con cosas.
Olores, sensaciones, recuerdos y el animal que llevamos dentro, se funden para conseguir una y otra vez y otra vez, algo de placer.

Por lo menos a mi, eso me sucede siempre que veo a Ignacio.
Cuando era una cabra chica gritona, desde un principio me quede prendada en el ámbar de sus ojos. Además cultivaba ese estilo roñoso, medio grunge de pelo enmarañado, chalecos roídos y artista shuper logo, que hasta el día de hoy, no se por que diablos, me encanta!!!
Onda entre mas desastrado el hombre, mas macho según yo
Jejeje

En fin,
Ignacio llego directamente de la bella Verona, a satisfacer fantasías conjuntas.
Por un tiempito jugamos a estar juntos, como alguna vez lo estuvimos.
Sin cuestionamientos, sin explicaciones
Solo viviendo el momento
;-)