El Rito.

Después que jure y rejure, que dejaría mi pelo crecer, hasta que tocara el piso. No aguante y en una suerte de posesión casi diabólica, agarre mi tijerita amiga y procedí de a poquito a picotear mi pelo.
Llevaba bastante tiempo sin dejarme la caga en la cabeza, tanto ya que mis cabellos habían agarrado una onda media hipona, que según yo me hacia ver como cual Yoko.


Siempre he creído, ni idea porque, que parte de la negatividad de este mundo, se va quedando día a día, impregnada en la chasca;

Miradas de envidia
Palabras hirientes
Humo de cigarro
Suciedad de las manos de un mal hombre
Etc…

Por lo mismo y como una especie de ritual es siempre necesario un cortecito revitalizador.

Y bueno, en estas ganas de encontrarle un rumbo positivo a mi vida, que me permitiera imaginar un futuro esplendor, debía antes que todo, dar rienda suelta al rito.

Tijeretazos por aquí, tijeretazos por allá. La simetría no existe en mi vida, señores!
Así que imagínense más o menos el panorama.
Tijeretazos por aquí, tijeretazos por acá, y en un santiamén tenia el baño convertido en un verdadero caos.
Siempre me pasa que comienzo cortando solo las puntas y para cuando me doy cuenta
ya luzco un “singular” nuevo corte.

Para mi suerte, este cambio de look es de mi total agrado. Cortito atrás y mas largo adelante, parecido al de muchas estrellas de joliwuuudd! :-P
pero con el toque lunático de Saturno. Ouuu yeah! ;-)