Pa variar…

Cada cierto período de tiempo
Me inunda la terrible necesidad de sentirme in love.
Esas locas ganas de sentir amor, deseo, ternura, complicidad y que se yo.

Cuando salgo a dar una vuelta por ahí, lo primero que noto son las distintas parejas que
De la mano van, comiendo entre tanto pobre y yo me pregunto que mierda tiene la fulanita de rojo que esta sentada en una de las bancas de la plaza, aparte de ese tremendo par de …
Ojos, para que ese bombonazo que tiene al lado, se fijara en ella.

A veces, muchas veces la verdad, me preguntan
Y tu Pola, cuando vai a pololear?
Y yo de manera inmediata me pego la sonrisa entupida al rostro, que tengo guardada para estas ocasiones y contesto lo de siempre;

Nahhh, me gusta estar sola.

Cosa que es cierta mis estimados bloggeros, siempre he amado la libertad por sobre todas las cosas. Inclusive, he malversado relaciones, con el único fin de sentir nuevamente, la exquisita conmoción de mi ser volando sin una cola.
Las ventajas de la soltería son vastas, y para una mujer independiente y un tanto cascarrabias como yo, son perfectas a la hora de coexistir.

Más confieso, que últimamente he comenzado a sentirme sola.
Las movidas noches que resultan del amante de turno, no logran llenar el vacío que hace rato se ha ido forjando. Ni el copete, ni un buen caño o una buena conversación…

El relego indirecto naciente por parte de algunas personas, es otro asunto que acrecienta el sentimiento de soledad, las oraciones comenzadas en;
Mi gordo y yo
Mi chanchi y yo
Nosotros…
Etc etc

Muestran como bicho raro a aquel ser que tan solo se tiene a si mismo…

Uffff nosotros con mi gordi chanchi, tenemos tal conexión que nos dan ganas de cagar a la misma hora…



Yaaa, yaaa, yaaaa
siiii estoy pica!!!
Me llamo Pola y sufro de envidia amorosa.
Estoy aburrida de salir y ver caritas sonrientes productos de las endorfinas del amor.
Estoy chata de juntarme con mis amigos y ser la pelotua impar, que se hace la weona, cada vez que les da por manosearse bajo la mesa.
Estoy hasta la coronilla de escuchar anécdotas y proyectos futuros esplendores conjuntos.

Porque cresta no puedo ser yo, la que aburra a mi entorno, con historias dulzonas y hostigantes de mi príncipe azul.
Quiero hablar en plural pooooooo!!!!!